Jóvenes rescatan tradiciones en la región

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Jóvenes rescatan
Huauchinango, Puebla. Los estudiantes del Centro de Bachillerato Tecnológico Industrial y de Servicios (CBTIS) ubicado en la Sierra Norte de Puebla, ven en el arte y la cultura una herramienta importante para la educación y la transformación del hombre, por lo que a través de los clubes de danza y baile rescatan las tradiciones de este pueblo.
«La población de la Sierra Norte es fundamentalmente indígena, por lo que es también rica en tradiciones y costumbres autóctonas», aseguró Ignacio Mejía Hernández, director del plantel educativo e integrante del Movimiento Antorchista, quien agregó que «éstas ven amenazadas por la invasión cultural y la desorientación de los jóvenes, por lo que es necesario rescatar las raíces de nuestra raza y enseñarlas a la juventud para que la aprecien, la valoren y se sientan identificados con lo que somos.
«Nuestra organización se preocupa por el arte, y una de las formas que hemos encontrado para preservar las tradiciones y que los jóvenes se involucren en ellas es creando clubes de danza en las escuelas en donde Antorcha tiene influencia», aseguró.
En este sentido, uno de los bailes tradicionales de la región es el baile de los «Huehues», mismo que representan entusiastas jóvenes, con máscaras y atuendos multicolores salen a divertirse y a bailar en un recorrido por toda la comunidad cuando es tiempo del típico carnaval.
Al respecto, el profesor de danza Eugenio Romero Márquez explicó que este baile simboliza la alegría del pueblo ante las penas y los sufrimientos, por lo que es una forma de liberarse de las fuerzas del mal, «en los bailes siempre se ve al diablo y a la muerte acompañando a la multitud tratando de llevarse a alguien, por lo que los danzantes deben ofrendar sacrificios para calmar la sed de estos seres que andan al asecho de las almas».
Agregó que el baile tiene una duración de siete días y termina con la tradicional «descabezada» en donde los jóvenes que hayan cumplido con el rito de participar 7 años consecutivos, ofrendan pollos como muestra de haber cumplido su promesa, por lo que se cree que no serán molestados por los demonios.
«En la región, la cultura que se desarrolló fue la totonaca, por lo que a los jóvenes se les inculca y se les enseña a valorar las tradiciones y costumbres de sus antepasados», puntualizó el director del plantel educativo.