Con temas como Que no te digan, Los negros, Esteban, El enojado y El duende, el grupo de rock para niños y no tan niños ¡Qué Payasos! ha logrado convertirse en uno de los favoritos del género en el país a lo largo de tres décadas. Para celebrar su trigésimo aniversario, realizarán varias presentaciones en el Distrito Federal, la primera de ellas en el Centro de Cultura Digital Estela de Luz.
Este 8 de julio del 2012, al filo de las dos de la tarde, y bajo la sombra de dicha construcción, Beto Batuca y Nacho Mostacho dieron vida una vez más a personajes como Súper Payaso, Payasuave, El Jalador y Mayolo Zertuche, quienes con sorprendentes y fallidas destrezas corporales y manuales, lograron arrancar risas y aplausos al público asistente.
«Gracias por acompañarnos y ¡a rockear!», dijo con entusiasmo Beto Batuca. De esa manera arrancó la presentación, en la que su «compadre» Nacho Mostacho fue el encargado de presentar a los personajes que fueron apareciendo en el escenario, como El Jalador, «quien posee impresionantes poderes magnéticos que atraen todo… menos la atención del público».
En entrevista con Conaculta, Beto comentó que en estas tres décadas han descubierto que el público infantil es el más fiel de todos, «aunque crezcan ¿eh? Porque como te imaginarás, mucho del público que viene a nuestros conciertos lo hace porque nos vio cuando ellos eran niños y ahora traen a sus propios hijos, eso es algo muy padre, que se los agradecemos mucho.
«Otro aspecto que nos tiene muy contentos es cómo la música, el rock en particular, también se ha adaptado a los tiempos modernos, porque ahora los chavitos están acostumbrados al iPod y la internet, pero no dejan de escuchar música como la nuestra, porque las letras de nuestras canciones han pasado la prueba del tiempo, les siguen gustando, eso es algo muy bueno».
Renovados en su sección rítmica, con la inclusión de tres músicos que bien podrían ser sus hijos, ¡Qué Payasos! conserva en el escenario la misma frescura y divertida comunicación con el público que los ha caracterizado durante todos estos años, así que su sonido retoma la energía de hace tres décadas, pero con la experiencia del tiempo transcurrido.