Para el escritor y filósofo español Fernando Savater, recibir el Premio Internacional de Poesía y Ensayo “Octavio Paz” es “reflejo de ese otro premio que fue contar con su amistad y con la de muchos mexicanos que me han tratado con hospitalidad y generosidad: Todo lo que representa México ha marcado mi vida”, dijo emocionado.
En una ceremonia realizada la noche de este viernes 19 de abril en el Colegio Nacional y en el marco del 15 aniversario luctuoso de Octavio Paz, el autor de Ética para Amador recibió el reconocimiento de manos del secretario de Educación Pública, Emilio Chuayffet Chemor; ante la presencia del presidente del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta), Rafael Tovar y de Teresa; Marie José Paz, viuda de Octavio Paz; el presidente del jurado, Enrique Krauze, el escritor Juan Villoro; y el director del Colegio Nacional, Héctor Fix-Zamudio.
El secretario de Educación Pública, Emilio Chuayffet, señaló que la obra de Fernando Savater evoca el quehacer de la docencia, tarea que requiere de coraje, como sus propios escritos, “porque para educar se necesita coraje. Un coraje positivo que anima y da esperanza. Cualquier cobardía es inaceptable cuando se trata de buscar la mejora de nuestros semejantes a través de la enseñanza”.
Recordó que el escritor español ha dicho: “quien sienta repugnancia ante el optimismo, debe dejar la enseñanza porque educar es creer en la perfectibilidad humana”, pensamiento que toma relevancia ante el reto monumental que México enfrenta en materia educativa.
“Estamos conscientes, desde el inicio de este nuevo gobierno, de las dificultades e inercias. Pero al igual que Savater, no somos amigos de convertir la reflexión en lamento. Si se nos han heredado problemas, tenemos que heredar soluciones. La Reforma Educativa que ha planteado el Presidente Enrique Peña Nieto, tiene esa doble vertiente de coraje y optimismo que todo proyecto educativo necesita”.
Concluyó que el Premio Octavio Paz otorgado en esta ocasión a Savater, representa doblemente el juicio del Nobel mexicano: “la poesía necesita la libertad y la libertad necesita la palabra», y el autor ibérico “ha hecho de la palabra un faro en la niebla asfixiante del fanatismo y la intolerancia. Hago votos porque su labor siga inspirando generaciones y nos siga comprometiendo a todos sus lectores en hacer de nuestras sociedades, comunidades más justas, solidarias y felices”.
El historiador y académico Enrique Krauze explicó que los motivos para otorgar el premio a Savater fueron el amor a la palabra, la defensa de la libertad, la búsqueda ética de la felicidad y ser uno de los máximos escritores de la lengua.
“Fernando es el pesimista más alegre que conozco, desde sus primeros libros Apología del sofista, Filosofía tachada, hasta los más recientes como Ética de la urgencia, Savater no se engaña: piensa, cree o sabe que todo termina mal, pero sabe también que mientras llega la cita postrera, nos queda muchos refugios gozosos como los libros, el cine, el amor y la amistad”.
Marie José Paz, viuda del Premio Nobel de Literatura, consideró que Paz y Savater representan lucidez crítica y valentía apasionada.
“Nos honra que sea la figura de Fernando Savater quien reciba el premio que lleva el nombre de Octavio Paz, para él la poética siempre iba de la mano de la ética, desde muy joven tuvo el afán de defender los principios de democracia, justicia y libertad. Ese compromiso moral, el valor y el pensamiento crítico y la intensa búsqueda de la verdad las comparte con Fernando Savater”.